11.2.08

Dick. Moby Dick.

La cosa no es ser Bond, sino Marlowe... aguantar los golpes y dardos de la inconstante Fortuna del principito de Elsinor con la estolidez de un boxeador, de uno de los mastodontes de noventaycinco kilos de don Raymond, como una ballena que lleva prendido como un dije el cuerpo de su perseguidor, como un perseguidor que se va al fondo junto con su presa...