14.2.23
4.3.16
23.7.15
Crossroads
Porque, en todas las ocasiones en que se apuesta contra el Diablo, él es quien cumple cuando pierde.
Es el único buen perdedor y el único con honor. Si la Caída no sirvió para otra cosa, eso sólo debiera ser suficiente redención.
Ni Dios con todos sus cambios de opinión, ahogando a toda vida porque el comportamiento de una de las criaturas de su creación no le plació lo suficiente, ni los hombres con todas las rupturas del Pacto y su trampa barata del arrepentimiento...
Pero Satán se muerde los labios, paga su apuesta y se va. Hasta la próxima.
Esos son hombres, qué diablos.
Es el único buen perdedor y el único con honor. Si la Caída no sirvió para otra cosa, eso sólo debiera ser suficiente redención.
Ni Dios con todos sus cambios de opinión, ahogando a toda vida porque el comportamiento de una de las criaturas de su creación no le plació lo suficiente, ni los hombres con todas las rupturas del Pacto y su trampa barata del arrepentimiento...
Pero Satán se muerde los labios, paga su apuesta y se va. Hasta la próxima.
Esos son hombres, qué diablos.
9.8.14
31.1.14
13.9.12
23.8.12
Ecce Homo
sacristán,
quien la dió al cura, quien la dió a la Curia y de ahí a la
Municipalidad, la tele y todo cristo, incluyendo a los muy indignados
herederos del apellido prestigioso de un maestro de pintura cuyo reclamo
a la posteridad era un Cristo pintado en una blanca pared.
Y ahora “el Arte”, “la Curia”, “el Vandalismo”, “el Patrimonio Municipal”, el “cómo es posible”, la “evaluación de expertos”, el “resarcimiento de daños” y la “pérdida irreparable”.
Y ahí en medio de todo el sacrosanto borlote hay una anciana aragonesa y unos decilitros de pintura en una pared. Y me cago en Duchamp y en el arte como percepción, en el happening y la instalación, en la transgresión y el dadá y el gugú y el hip y todo eso. Yo veo un acto de Piedad y de Amor.
Porque si un día paso por Borja, me meteré a la iglesia no a ver una curiosidad sino un verdadero acto de devoción: una señora vé a un Cristo desmerecido, al que nadie mira, descascarándose sin pena ni gloria en un rincón. Vamos a volver a darle vida, decide. Y vaya que lo hizo. No me imagino acto más amoroso que el pincel siguiendo torpemente los rasgos de Jesús, más devoción que desear devolver majestad a una imagen abandonada, más valor que en el momento fatal de alejarse para ir a la sacristía y decir “Padre... la he cagao”.
Porque esa pintura que se disolvía en el silencio inexorable de su rincón ahora está siendo discutida en todo el mundo: todos quieren rescatar el rostro que nadie miraba, quitar toda huella de la única mano que tocó esa obra como algo vivo. Y ahora todos hablan de ese oscuro maestro de pintura que pintó un Ecce Homo en un rincón, sin siquiera la dignidad de un lienzo.
Y seguramente, en algún elegante departamento londinense, en este momento hay un Saatchi contando estadísticas en Google y un Hirst calculando el costo del flete de un pedazo de pared zaragozana.
Y ahora “el Arte”, “la Curia”, “el Vandalismo”, “el Patrimonio Municipal”, el “cómo es posible”, la “evaluación de expertos”, el “resarcimiento de daños” y la “pérdida irreparable”.
Y ahí en medio de todo el sacrosanto borlote hay una anciana aragonesa y unos decilitros de pintura en una pared. Y me cago en Duchamp y en el arte como percepción, en el happening y la instalación, en la transgresión y el dadá y el gugú y el hip y todo eso. Yo veo un acto de Piedad y de Amor.
Porque si un día paso por Borja, me meteré a la iglesia no a ver una curiosidad sino un verdadero acto de devoción: una señora vé a un Cristo desmerecido, al que nadie mira, descascarándose sin pena ni gloria en un rincón. Vamos a volver a darle vida, decide. Y vaya que lo hizo. No me imagino acto más amoroso que el pincel siguiendo torpemente los rasgos de Jesús, más devoción que desear devolver majestad a una imagen abandonada, más valor que en el momento fatal de alejarse para ir a la sacristía y decir “Padre... la he cagao”.
Porque esa pintura que se disolvía en el silencio inexorable de su rincón ahora está siendo discutida en todo el mundo: todos quieren rescatar el rostro que nadie miraba, quitar toda huella de la única mano que tocó esa obra como algo vivo. Y ahora todos hablan de ese oscuro maestro de pintura que pintó un Ecce Homo en un rincón, sin siquiera la dignidad de un lienzo.
Y seguramente, en algún elegante departamento londinense, en este momento hay un Saatchi contando estadísticas en Google y un Hirst calculando el costo del flete de un pedazo de pared zaragozana.
17.8.12
7.8.11
Fragmento de cuento o novela
... mientras yo lo hacía, ella me contemplaba con esa sonrisa estúpida que tienen las novias cuando creen que uno sirve para algo.
20.5.10
Ménage à plusieurs
Me mandas montones de besos, porque eres multitudes. Pero yo puedo con todas juntas, con todas tú.
Tu nombre es Legión.
27.8.09
Censo
Censura uno, cada tanto, el maravilloso nombre de Clarice Lispector y su sombra en el quicio de la puerta. Censura los fantasmas, esas ausencias imperfectas. Censura las alegrías extranjeras, pasadas, fugitivas. Censura las nostalgias por ser Contrarias al Régimen. Censura el dolor de censurarse.
5.5.08
6.3.08
Anhedonia
Diálogo con Miss J, al terminar uno de sus solos extraordinarios Lary, el guitarrista de la banda de los miércoles:
Yo: Voy a vender mis guitarras, comprarme un perro, bautizarlo Lary y patearlo todos los días.
Miss J: ¿No puedes decir que te gustó, como todo el mundo?
Yo: No.
20.2.08
Despedida
Las manos de mi padre
son las de siempre.
El dolor es nuevo;
la cama, el respirador,
el vaso con morfina.
La tristeza es vieja.
La mirada es vieja.
Las manos de mi padre son las de siempre...
Y quieren acariciar ahora
lo que no supieron antes;
se mueven como pájaros
y son grandes
en mis manos débiles.
Y somos sólo
dos hombres solos
(y la luna en la ventana
y el patio con geranios...)
Las manos de mi padre
son las de siempre.
(Recuerdos de un adiós, después de una llamada de Día de Reyes... para C. V., 1950 - 2003)
son las de siempre.
El dolor es nuevo;
la cama, el respirador,
el vaso con morfina.
La tristeza es vieja.
La mirada es vieja.
Las manos de mi padre son las de siempre...
Y quieren acariciar ahora
lo que no supieron antes;
se mueven como pájaros
y son grandes
en mis manos débiles.
Y somos sólo
dos hombres solos
(y la luna en la ventana
y el patio con geranios...)
Las manos de mi padre
son las de siempre.
(Recuerdos de un adiós, después de una llamada de Día de Reyes... para C. V., 1950 - 2003)
18.2.08
Lo dijo alguien más...
"No te compliques tanto la vida, Eddie. Cuando un individuo se la complica demasiado, es desdichado. Y cuando es desdichado, la suerte se le escapa."
Raymond Chandler - La Dalia Azul
16.2.08
Volviendo a ser nadie...
Y de pronto nos damos cuenta de que el que ya no está es aquél Héroe en sus ojos, y a veces esa es la ausencia que más duele, pasar a ser una mascarita más en la murga de los exonerados...
11.2.08
Dick. Moby Dick.
La cosa no es ser Bond, sino Marlowe... aguantar los golpes y dardos de la inconstante Fortuna del principito de Elsinor con la estolidez de un boxeador, de uno de los mastodontes de noventaycinco kilos de don Raymond, como una ballena que lleva prendido como un dije el cuerpo de su perseguidor, como un perseguidor que se va al fondo junto con su presa...
Lo dijo alguien más...
"Voy a escribir como llora un niño,
es decir: no llora porque está triste
sino que llora para informar, tranquilamente."
Alejandra Pizarnik
es decir: no llora porque está triste
sino que llora para informar, tranquilamente."
Alejandra Pizarnik
16.1.08
Fallidos adioses...
Una tarde de esas en las que se hacen cosas que no deben hacerse,
nos vimos en un parquecito asediado por edificios tan de clase media
que. Y hablábamos de esas cosas muy maduros, nosotros, muy elegantes;
respetuosos y refinados como porcelanitas chinas. Pero ella dijo la
Palabra Prohibida y se me escapó una lágrima por una grieta...
Así que a apretar las manos, entonces. Enderezar la espalda y levantar el mentón; todo un hombrecito, ya ves.
Así que a apretar las manos, entonces. Enderezar la espalda y levantar el mentón; todo un hombrecito, ya ves.
Hasta que unas manos pequeñas y de una dulzura inesperada en mis mejillas. Y su voz.
- Shhh... shhh... Que se te están llenando de pájaros los ojos...
Esas precisas palabras usó.
Maldición. Cómo no amarla, entonces...
- Shhh... shhh... Que se te están llenando de pájaros los ojos...
Esas precisas palabras usó.
Maldición. Cómo no amarla, entonces...
24.12.07
Ferry Christmas...
Tomar un viaje, un ferry a Blackout Island, un estupor del que despertar en febrero sin darse cuenta de nada mientras: ni de los arbolitos, ni de las luces, ni tus llamadas que no estuvieron durante todo el año y que ahora cunden para decir que eres buena persona y no te has olvidado de mí...
6.8.07
La vie en prose...
Y a veces sentimos que la libertad es el derecho de los peces a tener bicicletas...
24.7.07
Lo dijo alguien más:
"My dear, the people who love only once in their lives are really the shallow people. What they call their loyalty and their fidelity, I call their lethargy of custom or their lack of imagination. Faithfulness is to the emotional life what constancy is to the intellect - simply a confession of failure. Faithfulness! I must analyze it some day. The passion for property is in it. There are many things that we would throw away if we were not afraid that others might pick them up."
Oscar Wilde - The Picture of Dorian Gray
31.10.06
7.9.06
1.9.06
¡Mande!
Después de todo, no hay que olvidar que en este país a Dios se le habla de tú, pero al Señor Cura se le habla de usted.
9.8.06
Lo dijo alguien más:
“We had a plan: we were going to save the world – the whales, the dolphins, the rainforests, Bambi, the whole damn Disney bunch, babe; we were gonna free Willy, fuck chicks and slay dragons. We are Zen Masters and know what the fuck we are talking about.”
Mark Manning - Bad Wisdom
Mi idea de la banda perfecta. De rock o de ladrones, que viene a ser casi lo mismo...
Mark Manning - Bad Wisdom
Mi idea de la banda perfecta. De rock o de ladrones, que viene a ser casi lo mismo...
8.8.06
Crochet
Deshacer la noche, desovillarla entre los dedos, dejándola pasar lentamente, para luego tejer con ella pequeños parches de colores. Después unimos los muchos pedacitos de noche que se nos amontonan y hacemos colchitas verdes rojas azules como las que hacía mi abuela cuando todavía veía y tenía nietos que abrigar...