23.7.15

Crossroads

Porque, en todas las ocasiones en que se apuesta contra el Diablo, él es quien cumple cuando pierde.

Es el único buen perdedor y el único con honor. Si la Caída no sirvió para otra cosa, eso sólo debiera ser suficiente redención.

Ni Dios con todos sus cambios de opinión, ahogando a toda vida porque el comportamiento de una de las criaturas de su creación no le plació lo suficiente, ni los hombres con todas las rupturas del Pacto y su trampa barata del arrepentimiento...

Pero Satán se muerde los labios, paga su apuesta y se va. Hasta la próxima.

Esos son hombres, qué diablos.